¿A dónde se fue el sabor de la comida?
Puede ser solo una noche más en la que se ha decidido hacer una ensalada o una fiesta familiar con comida para veinte, la situación se repite: los comensales se ven obligados a condimentar con grandes cantidades de aceite de oliva, vinagre y sal para lograr que las verduras sepan a algo o aun peor, para esconder un sabor extraño. No importa cuánto tiempo se le dedique a escoger con cuidado lechugas, tomates o aguacates en el supermercado del centro comercial, la verdad es que la comida, últimamente, ha perdido ese sabor jugoso y...